La candidatura de unidad que agrupa a Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde prácticamente dobla sus escaños con respecto a 2023 y supera incluso los seis diputados que logró Podemos en solitario en 2015 Los resultados de las elecciones en Extremadura 2025, municipio a municipio Unidas por Extremadura ha conseguido una victoria histórica para la izquierda alternativa en Extremadura . Con siete diputados, prácticamente dobla los escaños de las pasadas elecciones y supera los seis que logró Podemos en solitario en 2015, en pleno auge del partido. La candidatura liderada por Irene de Miguel, en la que participan Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, mejora en más de 10.000 votos respecto a 2023 pese a la importante caída de la participación y consigue romper la tendencia a la baja que castiga a la izquierda estatal desde hace años. La candidatura que encabeza De Miguel junto a Nerea Fernández, de Izquierda Unida, sube de cuatro a siete escaños . Son más de 50.000 votos y más del 10%. El 28M la misma coalición se quedó en las 36.000 papeletas y tan solo el 6% de los apoyos. Con este resultado, además, Izquierda Unida sale muy beneficiada del pacto de coalición, con cuatro escaños, uno más que Podemos, y dobla su cuenta actual. El resultado es histórico en número de escaños. Ni siquiera Podemos en su mejor momento, hace diez años, fue capaz de llegar a los siete diputados. Es cierto que el número de votos en aquel momento fue similar, ligeramente inferior, y que en esas elecciones Izquierda Unida concurrió en una candidatura por separado, junto a otras confluencias, con más de 27.000 votos que se quedaron sin escaño. Unidas por Extremadura ha conseguido lograr de largo sus objetivos, avanzar en escaños y atraer a parte de los desencantados por el Partido Socialista, que registra su peor resultado histórico, con 18 escaños. Lo ha hecho después de una campaña centrada en el territorio y con un proyecto genuino de unidad, que agrupa a todas las fuerzas de la izquierda alternativa presente en el territorio. El intento de captar los votos de un socialismo hundido ha sido evidente durante toda la campaña. En el cierre, Irene de Miguel les apeló directamente a los decepcionados para hablarles de una “alternativa coherente, real, sólida y trabajadora”. “Ni un voto de izquierdas puede quedarse en casa”, reforzó para evitar que ese nicho de votantes se quedase en casa. “Hay gente indecisa que entiende nuestra propuesta y la comparte, pero que está desilusionada y desesperanzada con la izquierda en general. Nosotros estamos demostrando solvencia y coherencia. En cuanto al PSOE, un liderazgo tan débil como el que tienen hace que la gente busque una alternativa. El Partido Socialista no ha elegido bien”, razonaba en una entrevista con este diario . La coalición es un proyecto político consolidado con los años. Ya en 2023 fue una de las únicas comunidades donde la izquierda resistió en resultados con respecto a las anteriores elecciones. Un modelo de unidad de fuerzas progresistas que tanto De Miguel, de Podemos, como Nerea Fernández, de Izquierda Unida, han reivindicado estos últimos días. “Ese espacio no es que se haya vuelto a construir, es que nunca se ha dejado de construir y esa es la clave. Nosotras no nos juntamos solo de cara a unas elecciones, por un interés electoral de sumar fuerzas para llegar a más. Hemos creado un espacio político real de confluencia planteando un trabajo conjunto durante todo el tiempo. Ahí reside en cierta medida la receta del éxito de Unidas por Extremadura. No somos una coalición, somos una confluencia y eso supone contar con una estructura, construir un espacio con generosidad, pero también con lealtad y respeto”, dijo también en una entrevista con elDiario.es . Una fórmula que ha conseguido revertir una tendencia acusada para las fuerzas de la izquierda estatal, que desde hace años pierde votos cada vez que se abren las urnas. El año pasado, por ejemplo, los resultados para el espacio progresista fueron desastrosos en Galicia, donde volvieron a quedar sin representación, en Euskadi, donde la división de la izquierda provocó una caída de los seis escaños que obtuvo Elkarrekin Podemos al único diputado que se llevó Sumar. En Catalunya los comuns cayeron a su peor resultado histórico. El buen desempeño de Unidas por Extremadura era esperado por todas las fuerzas progresistas y por eso las direcciones estatales han tratado de acercarse a la candidata en las últimas semanas. Incluso Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, que no tiene presencia en la coalición ni en la comunidad autónoma, intentó en las últimas semanas reivindicar su presencia reclamando para sus filas a la número 22 de la lista por Cáceres y pidiendo el voto para la alianza. “Escucha, territorio y esperanza. Tomemos nota de la experiencia de Unidas por Extremadura para llevarla más allá”, reaccionó el partido en Bluesky tras conocer los resultados electorales. Pero De Miguel ha repelido en varias ocasiones ese movimiento. En varias entrevistas ha dejado claro que esa fuerza no existe en su región y llegó incluso a calificar de “fraude” a la vicepresidenta segunda. Sumar ha tratado desde sus inicios de aprovechar los perfiles de Podemos más díscolos con la dirección estatal para generar grietas en algunas decisiones, como ocurrió en el acto de lanzamiento de la candidatura estatal de Díaz, en Magariños. Sin embargo, la dirigente extremeña, a pesar de sus críticas a algunas estrategias de las líderes de su partido, nunca llegó a romper y de hecho forma parte de la ejecutiva estatal. En estas elecciones, de hecho, de los ministros de Sumar ha acudido a la campaña de la izquierda extremeña, algo prácticamente inédito desde el inicio del primer gobierno de coalición en 2020. Ni siquiera ha acudido Sira Rego, la ministra de Izquierda Unida, cuyo partido, IU, sí forma parte de la coalición. Podemos: “Esta deriva solo se para por la izquierda” Quienes sí han hecho campaña han sido las líderes de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, y también el de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, aunque no ha habido actos de todos esos nombres juntos. Belarra, por ejemplo, entre los actos previos y la campaña ha pasado hasta cuatro veces por el territorio, mientras que Montero estuvo en dos actos. El secretario de Organización y portavoz del partido, Pablo Fernández, participó también en un acto a primeros de diciembre. Maíllo por su lado ha ido hasta dos veces durante los 15 días de campaña electoral. “El PP y VOX crecen en Extremadura ante un PSOE impotente que es incapaz de frenar a esta derecha. Podemos estará donde hay que estar, defendiendo derechos en las instituciones y en las calles, pero esta deriva sólo se para por la izquierda”, ha escrito Belarra en sus redes sociales tras los resultados. Un mensaje parecido al de Irene Montero, la número dos del partido: “El PP gana en Extremadura con VOX disparado. El machismo, la corrupción y la inacción social del Gobierno es una fábrica de ultraderechistas. Podemos está para hacer frente a las derechas y proteger derechos. El PSOE no va a hacer nada. El camino es feminista y por la izquierda”.