Podemos pide a Guardiola, ganadora de los comicios, que dimita por «decencia»

La izquierda a la izquierda del PSOE lo ha logrado. Los últimos sondeos del CIS, poco antes del pistoletazo de salida a las elecciones, decían que Unidas por Extremadura, coalición que integran Podemos, Izquierda Unida (IU) y Alianza Verde sin Sumar, podría alcanzar una estimación de voto cercana al 10 por ciento, moviéndose entre los seis y los siete escaños que finalmente han obtenido en la Asamblea de Extremadura, prácticamente el doble que en las autonómicas del 28-M. «Sabíamos que estábamos sembrando y que algún día cosecharíamos y ha llegado el momento de cosechar todo ese trabajo», ha señalado Irene de Miguel, cabeza de lista por tercera cita con las urnas consecutiva, que ha salido a celebrar unos resultados que dice son fruto de «muchos años de trabajo y esfuerzo». «Este es el camino. Somos la luz de la esperanza para la izquierda transformadora», ha asegurado De Miguel. Lo mismo opina Antonio Maíllo, coordinador federal de IU, quien, en la misma línea que la líder extremeña morada, ha afirmado que estos comicios no son fruto de la improvisación, sino del «trabajo unitario», del «arraigo» y del «compromiso sin personalismos». Ambos líderes coinciden en que la popular María Guardiola, que presumiblemente volverá a convertirse en presidenta de Extremadura, eso sí, de la mano de un Vox que sale muy reforzado de esta cita con las urnas, ha «fracasado», convirtiéndose en «la gran perdedora» de la noche. «Sólo ha alimentado el avance de la extrema derecha y ha normalizado los pactos con Vox», denuncia Maíllo. «¿Y ahora qué, señora Guardiola? Nos ha llevado a unas elecciones anticipadas para que usted suba un escaño, no alcance la mayoría absoluta y depende de un partido de extrema derecha», ha expresado De Miguel, que incluso ha emplazado a la dirigente del PP a dimitir. «El órdago que ha lanzado a la ciudadanía no lo ha conseguido. Si tuviera la más mínima decencia, daría un paso a un lado», le ha dicho, tras cosechar Guardiola 29 escaños, quedándose a cuatro asientos de gobernar en solitario. [NOTICIA EN AMPLIACIÓN]