El PSOE y, por extensión, el Gobierno de Pedro Sánchez, ahondan su crisis. El golpe en las elecciones de Extremadura este domingo, al firmar un suelo histórico con 18 escaños y quedarse el conjunto de la izquierda cuatro por debajo de los 29 cosechados por el PP de María Guardiola, redobla la inestabilidad de los socialistas. Todo ello, sumado a la agitación por los escándalos de presunta corrupción y los casos de acoso sexual en el PSOE.