Los socialistas mantienen el discurso del miedo a la ultraderecha, aunque el resultado de Extremadura muestra que los electores ya no temen a Vox y que ese argumento ya no moviliza a la izquierda. Más información: Sánchez lleva al desastre al PSOE en Extremadura: Guardiola podrá gobernar con la abstención de un Vox crecido