Las cuatro semanas que preceden la Navidad forman el periodo litúrgico de Adviento, un tiempo de espera hasta el nacimiento del Bon Jesús. En Menorca, el largo ciclo festivo de diciembre y enero empieza el 6 de diciembre, festividad de San Nicolás, y acaba con la Candelera, en febrero. Para la Iglesia católica, es la etapa comprendida entre Adviento y la Epifanía, la fiesta de los Reyes de Oriente. Los grandes días del ciclo menorquín son el Dissabte de Nadal (24 de diciembre), el Dia de Nadal, el Dia de Sant Esteve o Segona Festa (26 de diciembre), el Cap d'Any (31 de diciembre) con el adiós al año que acaba y la entrada en el nuevo año; y la Nit de Reis, que celebramos el 5 de enero.El 24 de enero, a primera hora, los sacerdotes, en la hora del oficio divino, rezaban la prima, que coincidía con la salida del sol. Aquella plegaria se llevaba a cabo con una gran solemnidad al incluir el canto de la Calenda, el pregón con la historia del Nacimiento de Jesús.Al concluir la celebración, los presbíteros, junto con los cantores laicos que habían participado, eran invitados, en la sacristía, a un vaso de calent. Es una bebida elaborada con una base de anís mezclado con coñac, ron, hierbas dulces y palo de Mallorca. Por su elevada graduación alcohólica, era rebajada con agua y calentada con canela, peladuras de limón y azúcar. En la comarca del poniente de Menorca perdura la tradición de beure es calent el Dissabte de Nadal. La noche del 24 al 25 de diciembre acogía el oficio de la missa des gall que concluía con la adoración de la imagen del niño Jesús mientras se cantaban villancicos. El presbítero y folklorista Antoni Orfila de Llucalari, Fila Or (1884-1936), recopiló nadales menorquinas llenas de sentido, sentimiento y emoción: La nit santa de Nadalnasqué lo fill de Maria,vingué a curar nostro mali omplí el món d'alegria.