La justicia rechaza bloquear la plataforma Kick, pero pide cerrar los canales que tienen que ver con Jean Pormanove

La plataforma Kick seguirá siendo accesible en Francia, según ha decidido el tribunal judicial de París el viernes 19 de diciembre. Sin embargo, una quincena de canales de streaming asociados al canal JeanPormanove o que reemiten extractos del mismo serán prohibidos (o permanecerán suspendidos en el caso de los que ya lo estaban). El bloqueo total a nivel nacional de la plataforma de origen australiano habría sido “una medida desproporcionada” que constituiría “una violación injustificada de la libertad de expresión”, ya que los contenidos ilícitos representaban menos del 1% de los vídeos de la plataforma , según indicó el tribunal en un comunicado. Tal y como había solicitado la fiscalía, los jueces solo obligaron a la plataforma a mantener “la inaccesibilidad” del canal de Jean Pormanove y sus contenidos violentos, independientemente de los canales de difusión. Kick ha acogido con satisfacción una decisión que indica que la plataforma “no es, de manera sistémica, portadora de contenidos perjudiciales y reconoce las medidas ya adoptadas” por la empresa, según ha declarado. Ha asegurado que mantendrá su “pleno compromiso de cooperar estrechamente con las autoridades francesas”. Esta decisión se produce tres semanas después del juicio civil del 26 de noviembre de 2025 relativo al procedimiento acelerado iniciado por el Estado, en el que la fiscalía solicitó el cierre de esos canales, pero no el de la plataforma , al considerar esa solicitud “desproporcionada”. El abogado del Estado, Renaud Le Gunehec, abogó por la suspensión total de Kick durante seis meses en el territorio francés , invocando una “solicitud preventiva para no renovar el daño”. El canal llamado JeanPormanove , seguido por más de 160.000 suscriptores, era el “producto estrella” de la plataforma de origen australiano, según justificó en la vista, denunciando también su “modelo económico”. “De manera extremadamente impactante, esos maltratos muy graves, morales, físicos y finalmente mortales, se monetizaban. El público podía pedir más. La plataforma lo acogió con pleno conocimiento de causa”. “Todo lo que se hace hoy es para la galería”, contradijo una de las abogadas de Kick, al considerar que el Estado no “demuestra la existencia de un daño” al mantener la plataforma de streaming . “¿Contenidos potencialmente degradantes, violentos y racistas? Eso es algo totalmente hipotético. No hay pruebas, ni daños actuales que detener”, había añadido. El caso Kick tuvo repercusión nacional en agosto de 2025, cuando el streamer francés Raphaël Graven, alias Jean Pormanove , falleció en directo en el canal Kick en el que participaba junto con otros influencers de Niza. Llevaba doce días sufriendo maltratos psicológicos y físicos por parte de sus compañeros, observados por miles de internautas, algunos de los cuales pagaban por ver más. Se abrió una investigación para determinar las causas de la muerte del influencer de 46 años. Los primeros resultados de la autopsia concluyeron que la muerte del streamer , de salud frágil, “no tuvo un origen traumático y no estuvo relacionada con la intervención de un tercero”. A raíz de ello, Clara Chappaz, la entonces ministra de Economía Digital, denunció a la plataforma basándose en la ley de confianza en la economía digital, que permite al tribunal judicial “tomar medidas para prevenir o poner fin a los daños causados por contenidos en Internet”. Pero la plataforma de streaming Kick ya había suspendido el canal JeanPormanove . En agosto, la fiscalía de París abrió otra investigación paralela , en colaboración con la de Niza, por suministro organizado de una plataforma ilícita, con el objetivo, en particular, de determinar si Kick “prestaba, a sabiendas, servicios ilícitos, sobre todo con la difusión de vídeos de agresiones voluntarias a la integridad de la persona”. En diciembre de 2024, Mediapart reveló la existencia de este “negocio de la humillación” creado por los streamers de Niza en la plataforma Kick, conocida por sus condiciones de uso permisivas . Nuestra investigación analizaba el sistema de “donaciones” que permitía a los seguidores del canal fomentar el maltrato hacia Raphaël Graven, pero también hacia Stéphane, apodado Coudoux , un hombre discapacitado bajo tutela. La fiscalía de Niza abrió inmediatamente una primera investigación por “incitación pública, a través de un medio de comunicación electrónico, al odio o la violencia contra una persona o un grupo de personas por su discapacidad, violencia voluntaria en grupo contra personas vulnerables y difusión de imágenes relativas a la comisión de delitos de atentado voluntario contra la integridad de la persona”. En el marco de esa investigación, que también sigue en curso, en diciembre de 2024 fueron detenidos dos influencers , Owen C. y Safine H., y se incautó su material. En ese momento, las dos víctimas identificadas declararon que habían dado su consentimiento. Desde la muerte de Raphaël Graven en agosto de 2025, los dos principales responsables del canal le Lokal han mantenido un perfil discreto en la web. Por el contrario, Gwen C., hermano de Owen C., volvió a conectarse dos meses después , intentando de nuevo recaudar fondos entre los espectadores de su canal, esta vez en la plataforma Twitch. El 10 de octubre de 2025, la justicia abrió una nueva investigación después de que volviera a difundir escenas de actos violentos. Se incautó su material informático. El 19 de diciembre de 2025, el tribunal de lo penal de París también rechazó la solicitud del Estado de suspender durante tres meses la plataforma de comercio electrónico Shein . Esta solicitud se produjo tras el descubrimiento, a principios de noviembre, de productos ilícitos, entre los que se encontraban muñecas pornográficas, armas de categoría A y medicamentos prohibidos a la venta en la plataforma. El tribunal reconoció la existencia de un “grave perjuicio al orden público”, pero consideró que la medida era “desproporcionada”, al estimar que esas ventas eran “puntuales” y constatar que la plataforma había retirado los productos ilícitos. No obstante, la justicia “instó” a Shein a que no restableciera la venta de “productos sexuales que pudieran caracterizarse como contenido pornográfico sin la implementación de medidas de verificación de edad”. El Estado , que en un primer momento había previsto solicitar la suspensión de su web, finalmente exigió que Shein se viera obligada a mantener en suspensión su mercado ( marketplace ), que alberga los productos comercializados por terceros vendedores, y solicitó la suspensión general de todas las ventas excepto las de ropa. Traducción de Miguel López