El Concello de Vigo prepara una transformación radical de la puerta de entrada al Casco Vello

Uno de los grandes reductos del feísmo de Vigo se ubica en la céntrica calle Carral. Los icónicos locales entre los números 27 y 41 y que llevan años abandonados. El actual uso comercial en régimen de arrendamiento es inviable dado el estado ruinoso del interior y las condiciones insalubres provocadas por las humedades y el envejecimiento de los materiales. El exterior se ha convertido en uno de los enclaves favoritos de los promotores de eventos para pegar carteles, la mayoría completamente destrozados y que aportan a esa imagen de decadencia de esa céntrica zona de la ciudad. El Concello de Vigo es consciente de la situación de Carral y por eso impulsa una transformación de todo el entorno, que funciona como la puerta de entrada al casco histórico de la ciudad.