El día 24 de noviembre de 2025 se publicó en estas páginas de La Opinión un artículo al que titulé ‘De langostas y un portaaviones hundido en Málaga’. Ese mismo día, estando con mi mujer y mi hijo Carlos, acudí al centro de salud ya que me empecé a sentir mal. Por la tarde/noche la cosa fue a peor y les dije «me estoy muriendo a chorros». Así de claro, sin ambages.