Extremadura como aviso

Las elecciones autonómicas en Extremadura han funcionado como un ensayo general de la política nacional. El Partido Popular ha ganado con claridad, pero sin despejar la incógnita de la gobernabilidad. Los votos han situado a María Guardiola en un difícil equilibrio, una posición incómoda que recuerda al equilibrio que influirá, de forma determinante el futuro de los discursos de las elecciones que se avecinan en Aragón, o Castilla y León, pero también en la estrategia del propio Alberto Núñez Feijóo en el ámbito estatal.