Las precipitaciones intensas registradas en los últimos días han vuelto a poner en evidencia las carencias del sistema de saneamiento en distintos puntos del municipio de Neda. La cofradía de pescadores de Barallobre ha alertado de un nuevo vertido de aguas residuales, mezcladas con pluviales, al río Basteiro, a la altura del puente de la carretera general. Según explican desde el pósito, el aumento del caudal provocado por la lluvia hace que la presión en la canalización sea tal que la tapa acaba levantándose, permitiendo que el agua sin tratar desemboque directamente en el cauce. Un hecho que, como advierten los mariscadores, tiene consecuencias directas en la actividad del sector. El patrón mayor de la cofradía, Jorge López, señala que estos episodios ayudan a entender la situación sanitaria de la ría y las restricciones que afectan al marisqueo ya que se trata "una infraestructura vieja y obsoleta, llena de grietas y sin mantenimiento". La cofradía insiste en que el origen del problema está en el mal estado de las infraestructuras, la ausencia de mantenimiento y la acumulación de residuos en la red de alcantarillado. Una situación que, según denuncian, ha sido comunicada en numerosas ocasiones tanto a los servicios de emergencia como al Seprona de la Guardia Civil.