La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHUP) ha alcanzado un hito histórico al convertirse en la primera institución sanitaria de toda España en obtener la certificación de calidad ISO 7101:2023. En una entrevista concedida a COPE Pontevedra, el doctor Diego López, jefe del servicio de Cardiología, ha destacado que este reconocimiento internacional no solo premia el trabajo realizado en el Hospital Montecelo, sino que pone el foco en la seguridad del paciente, la eficiencia y la humanización de los procesos asistenciales. A diferencia de otras normas adaptadas del mundo empresarial, esta acreditación ha sido diseñada específicamente para el sector salud, lo que ha permitido al equipo identificar y mejorar aspectos críticos como la informatización de los procedimientos y la seguridad de los usuarios durante el ejercicio. El trabajo que se desarrolla en esta unidad es fundamental para los pacientes que han sufrido un evento coronario, como un infarto de miocardio, o que padecen insuficiencia cardíaca. El programa se fundamenta en dos pilares: la rehabilitación física y la educación sanitaria. Por un lado, se enseña a los pacientes qué ejercicios son beneficiosos para su recuperación, ayudándoles a perder el miedo a la actividad física tras el choque emocional que supone un episodio cardíaco. Por otro lado, se ofrecen charlas multidisciplinares que abordan desde la dieta y la medicación hasta la salud mental, la sexualidad o la incorporación al entorno laboral, buscando afianzar conceptos clave para un cambio de vida saludable. Durante la entrevista, el doctor López también analizó el perfil de los usuarios, señalando una brecha de participación notable. Mientras que los hombres jóvenes suelen ser más receptivos a acudir a rehabilitación, las mujeres y las personas de mayor edad muestran una mayor reticencia. En el caso de las mujeres, el especialista aclaró que no se trata de un rechazo a la terapia en sí, sino de la dificultad de conciliar el tratamiento con sus responsabilidades en el hogar, ya que muchas siguen ejerciendo como cuidadoras principales, lo que complica su capacidad para dedicar tiempo al autocuidado necesario en estos procesos. El futuro de la unidad se presenta con perspectivas de crecimiento ambiciosas gracias a la próxima apertura del “Novo Montecelo”. El traslado al nuevo hospital permitirá duplicar el espacio destinado a la rehabilitación y aumentar la capacidad de atención de 150 a más de 300 pacientes al año. Esta expansión no solo servirá para atender a más personas con patologías cardíacas comunes, sino que permitirá ampliar la cartera de servicios a pacientes oncológicos, como mujeres con cáncer de mama para reducir la cardiotoxicidad de la quimioterapia, y a personas que necesiten una preparación física previa a someterse a una cirugía cardíaca.