Hay muchas formas de definir a Vladímir Putin , pero hay una que es inobjetable: se trata de un hombre muy enamoradizo . Su figura se ha vinculado a numerosas mujeres -una de sus aficiones reconocidas de siempre ha sido frecuentar locales de striptease- y ahora, tras confesar que está de nuevo enamorado, ha surgido la especulación: se trataría de una mujer de 39 años que es experta en ciberseguridad -una de las nuevas obsesiones del mandatario- y responde al nombre de Ekaterina Mizulina . Bailarinas, gimnastas, estudiantes ... Estas eran las actividades de algunas de las numerosas novias que han pasado por la agitada vida sentimental de Vladímir Putin . pero lo de ahora es nuevo, pues se trataría ni más ni menos que de la directora de la Liga de Internet Segura de Rusia. Nunca antes una supuesta amante del líder ruso había tenido un cargo tan distinguido. Las especulaciones corrieron como la pólvora desde el viernes, cuando él mismo respondió a una de las preguntas que le hicieron durante su discurso de balance del año en Rusia. Porque, efectivamente, en el resumen del ejercicio también hubo un hueco para el corazón . Y Vladímir Putin respondió con un escueto «sí» cuando le cuestionaron sobre si estaba saliendo con alguien. Todas las miradas se han dirigido hacia Ekaterina Mizulina, una experta en ciberseguridad con la que se le ha relacionado desde principios de 2024 , aunque nunca pareció algo demasiado serio. Todavía no hay nada confirmado y todo entra en el mundo de las especulaciones, pero son muchos los medios que apuntan hacia esta opción. Lo cierto es que no es nada fácil seguir el rastro de la vida sentimental de Vladímir Putin , que ha sido tan agitada o más que su carrera política, y eso es elevar mucho el listón. A pesar de que muchos le tienen como u n defensor de los valores tradicionales de la familia , nada invita a pensar en esto como una certeza inquebrantable. Por ejemplo, se divorció de Lyudmila, su esposa y madre de sus dos hijas oficiales, después de que a la mujer se le agotaran las lágrimas y la ira después de conocer las numerosas infidelidades de su marido . Los periodistas Romand Badanin y Mikhail Rubin, enemigos declarados de Vladímir Putin, han contado cómo el líder ruso frecuentaba clubes de striptease en San Petersburgo mientras era vicealcalde. Su primera relación extramarital fue con Svetlana Krivonogikh, una exlimpiadora que dio a luz a una hija en 2003. La convirtió en dueña de un resort de lujo y accionista de un banco cercano al Kremlin. Más notoria fue su historia de amor con Alina Kabaeva, una gimnasta olímpica que ganó una medalla de oro en los Juegos de Atenas. Ella fue uno de los principales motivos de su ruptura con Lyudmila. Tuvieron dos hijos, registrados bajo el apellido Spiridonov, una referencia al abuelo de Vladímir Putin . Y otro nombre que apareció en su vida fue el de Alisa Kharcheva , una estudiante que por entonces tenía 17 años y que había posado en lencería para un calendario erótico dedicado al propio Putin. Con los años, le dieron un puesto fijo en la Universidad Estatal de Moscú, además de un apartamento de lujo. Lo nuevo es una mujer llamada Ekaterina Mizulina y que es experta en ciberseguridad, una de las nuevas obsesiones de Vladímir Putin y mujer a la que habría conocido hace algo más de un año. Las especulaciones se han disparado, aunque no sea fácil seguir el rastro sentimental del mandatario, tan enamoradizo como es.