Un equipo en Papúa Nueva Guinea halló un paisaje extremo donde respiraderos hidrotermales de más de 50 ºC se mezclan con filtraciones frías de metano en un entorno con una presión 130 veces mayor que en la superficie. La vida que prospera allí ofrece pistas únicas sobre cómo podrían funcionar los ecosistemas en lunas como Encélado o Europa.