Los cañones submarinos han sido tradicionalmente interpretados como el resultado directo de la erosión fluvial. Sin embargo, tras analizar más de 2.000 estructuras en todo el planeta, un equipo internacional de geocientíficos ha descubierto que su formación depende sobre todo de la inclinación del talud continental y de procesos internos del planeta. El estudio cambia una idea ampliamente aceptada durante décadas.