El inverosímil fuera de juego del Cucho que anuló el segundo tanto de Fornals ante el Getafe

En esta última época del fútbol donde la tecnología se está aplicando, cuando ha habido un fuera de juego, se ha dicho «si han tirado las líneas, hay que creérselo». Pero en esta ocasión, con la captura que emitió la realización del fuera de juego del Cucho Hernández que anuló el segundo gol de Fornals, que hubiera cerrado la 'manita' del Betis sobre el Getafe, no hay creencia que valga. Inverosímil a todas luces. Se emite en el desarrollo del partido esta imagen en la que se puede ver que la línea va de la bota que se queda atrás del defensor del equipo azulón con el brazo del delantero colombiano del Betis, una articulación con la que ningún jugador de campo (los porteros evidentemente sí, dentro de su área) puede jugar el balón. Por lo tanto, se puede apreciar que, si al muñeco del futbolista bético 'se le cortara' el brazo, ese pie del jugador visitante le haría quedar por detrás del internacional cafetero y por lo tanto lo habilitaría para el resto de la jugada que acabó con el segundo gol de Fornals. Miguel Sesma Espinosa, que estaba haciendo un partido correcto sobre el terreno de juego, fue avisado por González Fuertes, después de un par de minutos (o incluso algo más) de revisión en los que se tiraron las líneas, de que el Cucho estaba en 'offside' y por lo tanto el gol no subió al marcador. Pero es que no acabó ahí la actuación del colegiado que estaba en Las Rozas al frente del VAR. Instantes después, en una acción en la que Djené cae ante Lo Celso, Sesma Espinosa decreta la falta fuera del área, pero otra vez fue interpelado por González Fuertes para que no reanudara el encuentro puesto que estaban revisando en la sala VOR que podía haber algo punible dentro del área o sobre la línea. En esta ocasión, no hubo recomendación para que el árbitro de campo visualizara la acción en la pantalla que hay entre los banquillos, sino que directamente, tras otros más de dos minutos de revisión en Madrid, el árbitro de VAR indicó al del césped que era penalti y así lo decretó el trencilla riojano. Borja Mayoral lo falló. Demasiado protagonismo de los colegiados en un partido que estaba sentenciado con el 4-0 por el buen hacer del Betis durante todo el encuentro y que no tenía ninguna necesidad de complicarse tanto por parte de ambos colegiados. Otra prueba fueron los nueve minutos de descuento. Una película de terror en los últimos minutos.