El cometa 3I/ATLAS expulsa moléculas clave para la vida a ritmos nunca vistos y en cantidades descomunales. Un indicio de que la química de otros sistemas estelares podría ser mucho más diversa de lo que imaginábamos

Las detecciones de ALMA muestran una proporción anómala de metanol y cianuro de hidrógeno, cuatro veces superior a lo común en cometas locales. Las cifras, unidas a su actividad lejana al Sol y a su núcleo químicamente extraño, lo convierten en uno de los objetos más desconcertantes que han cruzado nuestro cielo en décadas.