Salvador Aguilera López nació en Ronda en 1982. Se ordenó sacerdote en la Catedral de Toledo y ejerció el sacerdocio en la Archidiócesis castellana, como experto en el Rito Hispano-Mozárabe, el rito toledano por excelencia. En 2013 recibió la llamada de la curia, de la Santa Sede y ejerce como oficial del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Como también es experto en Liturgias Orientales, el Papa Francisco le nombró Consultor del Dicasterio para las Iglesias Orientales. Ese trabajo es el que ahora ha querido premiar el Papa con un reconocimiento que es el único honorífico que sigue vigente tras la reforma simplificadora de Francisco. El nombramiento supone que el sacerdote de 43 años, adquiere el tratamiento de monseñor, así como el fajín, el ribete y los botones de su indumentaria de color morado, al estilo de los obispos. Simboliza su pertenencia a la Casa Pontificia. El nombramiento se otorga a sacerdotes que han destacado por su servicio y fidelidad, un reconocimiento por tanto a los muchos años de servicio que el sacerdote nacido en Málaga y formado en Toledo, ha dedicado a la Iglesia y a Roma. Llegó en 2013 con Benedicto XVI al frente de la Iglesia, vivió todo el pontificado de Francisco, que le dio confianza y responsabilidad en importantes puestos. Ahora, vive los primeros pasos de un Papa como León XIV que le ha premiado nada más llegar al Vaticano. Desde su Archidiócesis Primada de Toledo, consideran que este reconocimiento, además de sus evidentes connotaciones, es símbolo de la admiración que siente León XIV por el servicio sacerdotal y por la formación teológica.