El mundo digital deja un reguero de nueva terminología, en su mayor parte anglicismos, que componen la jerga joven, llena de vocablos ininteligibles para boomers con ejemplares como "baitear", "trolear "o "campear". Estas palabras suelen subirse al carro de las modas fugaces, apenas tienen esperanza de vida y resultan disonantes, por eso se les llama "modismos".