La desobediencia del beso público

Históricamente, la reputación ha sido el patrimonio fundamental de las mujeres. Al final, muchas de ellas se han visto obligadas a usar una supuesta inexperiencia sexual como moneda de cambio para ser deseables, casables, valorables. Y en el caso de los hombres, tener sentimientos puede ser vergonzoso e inconveniente para las masculinidades tradicionales