El desacuerdo en torno a la Torre del Puerto de Málaga no es solo un choque político y social sobre el edificio en sí: se trata una disputa sobre cómo se decide la ciudad, qué modelo económico se prioriza y qué se entiende hoy por “interés general” en un espacio tan simbólico como el frente marítimo. El proyecto del hotel rascacielos en el dique de Levante sigue generando controversia y no deja de ser, aún, un propósito que puede condicionar de forma irreversible el paisaje y que este lunes de Lotería de Navidad ha vuelto de poner en evidencia en el Pleno del Ayuntamiento de Málaga las posturas antagónicas. El PP ha vuelto a hacer uso de su mayoría para desestimar la moción del PSOE que pedía dar "carpetazo definitivo" al proyecto después de que la Autoridad Portuaria lo haya paralizado hasta que no se resuelva su horizonte judicial. Aunque sigue estando solo, pese a los constantes reveses de Puertos del Estado, el rechazo de la Academía de San Telmo, de la plataforma ciudadana Defendamos Nuestro Horizonte e incluso de las dudas sobre su financiación.