¿Se puede estar triste en Navidad? Esta pregunta abre un debate profundo sobre el significado emocional de las fiestas. La Navidad, marcada por reuniones familiares y un supuesto bienestar obligado, se presenta socialmente como un periodo de alegría y celebración. Sin embargo, para muchas personas, estas fechas suponen un desafío emocional significativo, generando lo que los expertos denominan una "disonancia emocional": una sensación de culpa persistente por no poder disfrutar como se espera.