Durante años, la pregunta que ha guiado la exploración espacial ha sido casi obsesiva: ¿existe otro planeta como la Tierra? A medida que el número de exoplanetas confirmados superó los 5.000, la ciencia empezó a darse cuenta de algo incómodo: parecerse a nuestro planeta no garantiza ser habitable. Ahora, un nuevo enfoque promete redefinir por completo cómo buscamos vida fuera del Sistema Solar.