Este Espanyol no tiene techo

Es la primera vez que el Espanyol gana cinco partidos seguidos en el siglo XXI. Algo inadvertible por nadie y jamás visto por los pericos más jóvenes. Ni tal puntuación a 22 de diciembre ni tal fortaleza defensiva ni esta inteligencia arriba. Todo está calibrado en el equipo de Manolo. Enésimo golpe a la puerta de Europa y la incredulidad es absoluta. El Espanyol salió con todo, no se guardó a nadie pese a tener a varios de sus hombres clave a una amonestación de perderse el derbi. Y Valverde, con la enfermería como el camarote de los Hermanos Marx, tuvo que salir con una defensa de parche e Iñaki Williams de punta. El Athletic no está en un buen momento. Aguantar tres competiciones sin desengancharse de ninguna es una hazaña al alcance de muy pocos. Paradójico, pero era un partido entre rivales directos que el Espanyol comenzó con siete puntos de ventaja y terminó con diez respecto de los athleticzales. Muy sólido el Espanyol desde el inicio, en defensa y en la presión. Cuanto más tranquilo fuera todo, mejor, pues el peligro del tándem formado por Nico Williams por la banda y Sancet en el centro tiene difícil paliativo. Valverde a los diez minuntos ya maldecía porque veía incómodo a su equipo. Cabrera quiso irse a la aventura en su propia área y de no ser por Dmitrovic y su rodilla la salida en falso del uruguayo hubiera sido el 1-0. Primer milagro del serbio. El Espanyol, como siempre, cedió el balón al rival. En nada confía más que en su defensa y mantuvo la seriedad con la que ganó en Getafe para neutralizar los intentos athleticzales. A Cabrera pareció marcarle el error inicial y estaba muy dubitativo. La primera clara del partido, tras varios avisos, la tuvo De Galarreta, desde lejos ante la finura del Espanyol atrás. El peligro del Athletic fue creciendo. Una cosa es ceder el balón y esperar la oportunidad y otra bien distinta es ser sometido y gritar que vivan las caenas. Dolan también quiso tener su particular expedición y trató de irse de tres rivales muy cerca del área propio. Ingenuidad evidentemente fallida y que, esta vez con aún más poderío, tuvo que sacar Dmitrovic. Imponente bronca del serbio al inglés con claros gestos de que no se complique y la mande a la ría cuando esté presionado. Como sea, este Espanyol es catedrático en saber sufrir. Cuando un equipo llega tanto como lo hizo el Athletic el gol suele ser cuestión de tiempo. Lo marcó Berenguer. Un tanto feo, de un rebote, pero que expuso a Omar, que acudió al forcejeo con el extremo a hacer cosquillas. Poco pudo saborearse el triunfo en San Mamés. Romero cogió un rechace desde su casa en Torrent y la puso a un lado de la portería. Inapelable, el Gordo de la Lotería, un golazo que rompió, al filo del descanso, el ánimo athleticzale cuando más álgido estaba. La segunda mitad siguió con el destacable vigor de los vascos y la resistencia perica, pero parece que cuanto más atacan a los de Manolo peor es el castigo que devuelve. Dolan fue más pillo que Adama y la puso con el efecto perfecto para que la empujara Milla, que firma ya su mejor temporada goleadora. Valverde no cambió su plan pese a que el ímpetu no le estaba valiendo a su equipo. Qué amarga la sensación de estarlo dando todo y no encontrar premio. El juego de los vascos cada vez tenía más tintes de desesperación, y el Espanyol corría tras robar con los resquicios de energía que un despliegue defensivo constante e intenso puede dejar disponibles. Manolo cambió a Milla y Lozano, dos de los amonestados para el derbi. Por el '10' entró Kike, un cambio ofensivo cuando lo más evidente parecía quitar a Roberto, harto de pelear balones aéreos y perseguir fantasmas en la presión. Persistió el empuje athleticzale, con drama creciente porque cuanto menos queda para el final más asusta perder lo atesorado. Pero también lo hacía la lucha espartana y eficaz de los pericos atrás. A falta de cinco minutos, Manolo hizo un triple cambio defensivo, una estrategia recurrente del técnico que esta temporada siempre le ha salido al dedo. Destacable partido de Urko, poderoso en el centro y con algunas acciones quirúrgicas atrás de mucho valor. El añadido fue una tormenta vasca que tuvo, de nuevo, a Dmitrovic de anticiclón. Terrible perdón de Rego en la última jugada. Este Espanyol no tiene techo. FICHA DEL PARTIDO ATHLETIC: Unai Simón, Gorosabel (75' Areso), Paredes, Lekue, Adama (75' Unai G.), De Galarreta (59' Rego), Jaureguizar, Nico (59' Guruzeta), Sancet, Berenguer, Iñaki (80' Navarro). ESPANYOL: Dmitrovic, Omar, Calero, Cabrera, Romero (83' Riedel), Urko, Pol (72' Kike), Expósito (83' Rubén), Dolan (83' Salinas), Milla (59' Jofre), Roberto. GOLES: 1-0 Berenguer (38'), 1-1 Romero (45'), 1-2 (53'). ÁRBITRO: Busquets Ferrer (balear). Amonestó a De Galarreta (28'), Nico (32'), Gorosabel (45+1'), Urko (79'), Rego (80'), Riedel (85').