El hundimiento del PSOE en las elecciones europeas en Extremadura ha supuesto un severo castigo tanto para el candidato, Miguel Ángel Gallardo, como para el propio Pedro Sánchez. Así lo ha analizado David Vigario, corresponsal de 'El Mundo' en la región, en el programa 'El Cascabel' de TRECE, donde ha desgranado las claves de un resultado que certifica un vuelco histórico hacia el centro derecha. Para Vigario, no se puede entender el resultado sin tener en cuenta el factor nacional. A la pregunta sobre el peso de las acusaciones de corrupción, el corresponsal ha sido claro: "La corrupción que lastra a Gallardo no es por una cuestión baladí, es por el hermano de Pedro Sánchez. O sea, que aquí también se ha castigado a Pedro Sánchez". Ha recordado que tanto el presidente como sus "ministros más sanchistas" se han implicado a fondo en la campaña extremeña. El periodista ha asegurado que, sin el caso de corrupción afectando directamente al entorno del presidente, el resultado del PSOE "seguramente" hubiera sido mejor. Ha señalado que la izquierda todavía conserva una "base social" en Extremadura y Andalucía, pero el desgaste es evidente. "Siempre en Extremadura las elecciones tienen un gran recorrido nacional y suelen ser espejo de lo que está pasando en España", ha añadido. Vigario ha contrapuesto el PSOE actual con el de épocas pasadas, cuando era una federación crítica con Ferraz. "Siempre aparecía Ibarra, acordaros, por muy excéntrico que fuera", ha explicado, recordando que el expresidente ejercía un contrapeso regionalista cuando se concedían "privilegios a los nacionalistas catalanes o a los nacionalistas vascos". Según el periodista, esa voz ha desaparecido por completo. La percepción, según el análisis de Vigario, es que la federación socialista ha perdido su identidad. "Ahora mismo, el Partido Socialista de Extremadura se ha convertido en una sucursal de Pedro Sánchez, y lo ha pagado en la urna", ha sentenciado. Ha mencionado que incluso antes de la campaña, voces críticas dentro del partido, como el presidente de la diputación de Cáceres, pidieron a Gallardo que no se presentara. El resultado electoral certifica un cambio sociológico sin precedentes en la comunidad. "Ayer se certificó que el centro derecha en Extremadura tiene el 60 % de los votos. Hay que frotarse los ojos. Si esto nos lo hubieran dicho hace 2, 3, 4 años, era absolutamente imposible", ha destacado Vigario. La suma de la izquierda, por su parte, se ha desplomado por debajo del 40 %. A pesar de las críticas a la campaña de María Guardiola, de la que ha dicho que ha jugado "con el freno de mano echado", Vigario califica el resultado del PP como "magnífico". Se trata del "segundo resultado histórico del Partido Popular en Extremadura" tras el de Monago en 2011, y lo ha logrado compitiendo con un Vox muy fuerte en la región. Sobre el ascenso de Vox, el periodista ha subrayado la implicación total de su líder nacional. "Abascal solo le ha faltado empadronarse en Extremadura", ha ironizado, destacando su intensa agenda en pueblos de todos los tamaños. El discurso de Vox, centrado en el "campo" y los "autónomos asfixiados", ha calado en una parte del electorado que tradicionalmente votaba al PSOE. Todo este cóctel político explota en un contexto de agravio histórico por el déficit de infraestructuras. "Aquí seguimos sin tren. Aquí seguimos que cuando hay niebla [...] los aviones no salen solo por una pequeña niebla", ha lamentado Vigario. La sensación de que se otorgan privilegios a otras comunidades mientras Extremadura sigue olvidada, ha concluido, es un malestar que "tarde o temprano" tenía que estallar.