Hay presos que cuando entran en prisión se zambullen en una suerte de depresión, y se les ve deambulando con la mirada perdida. Pero ese no es el caso del exministro José Luis Ábalos a juzgar por lo que relata uno de sus abogados, el letrado Luis Chabaneix. De hecho, señala que se ha adaptado bien y que, aunque se aburre por momentos, dedica las horas muertas a la lectura y a caminar mucho. «Obviamente está pasando momentos malos», añade, pero lo enmarca en el proceso habitual de adaptación a las rutinas del centro penitenciario de Soto del Real. Y resalta que recibe muchas cartas del exterior y de otros preso s de diferentes prisiones en las que le mandan ánimos. Entre los libros que devora en su celda -»es un lector insaciable»- destacan títulos como 'El hombre en busca de sentido' de Viktor Frankl , que es una autobigrafía que narra el paso del autor por un campo de concentración nazi en la que analiza la psicología del prisionero y cómo sobreponerse a ese tipo de situaciones en las que hay una privación de libertad. También le dedica tiempo a 'La sangre está cayendo en el patio' de Elvira Navarro, un libro de nueve relatos que, según sinopsis consultadas, son protagonizados «por hombres y mujeres abandonados a los acontecimientos». A esos dos títulos, suma otros como 'Una salida honrosa' de Éric Vuillard , un autor francés que en esta obra aborda cómo una humilde Vietnam logró derrotar a las grandes potencias o 'El IV Reich' de Bruno Cardeñosa, obra en la que el autor se pregunta si la llegada de Donald Trump supone el advenimiento de ese nuevo reich, sucesor del originado por Adolf Hitler. Además, lee obras de Andrés Trapiello, de Alejo Carpentier y de Benito Pérez Galdós. Por lo demás, el exministro mantiene, según su defensa, una buena relación con su compañero de celda, su exasesor Koldo García, a pesar de los roces típicos que genera el convivir en un espacio tan reducido dos personas de costumbres tan dispares. Ábalos es un gran fumador mientras que Koldo no tiene ese vicio, y el asesor es muy deportista y tiene horarios más diurnos, mientras que quien fuera secretario de Organización del PSOE es más nocturno. «Pero sin dramas», recalca el abogado.