El PSOE se aferra a una abstención “recuperable” y sin trasvase de votos al PP para frenar su debacle

La semana previa a las elecciones de Extremadura, tanto Ferraz como Moncloa ya se anticipaban para encapsular su resultado a dinámicas propias de este territorio. Confirmada la debacle electoral, con un suelo histórico más abultado incluso que lo previsto por los socialistas al caer diez escaños hasta los 18, la lectura postelectoral busca alejar cualquier autocrítica en clave nacional y blindarse ante el martilleo sobre un fin de ciclo de Pedro Sánchez espoleado desde la derecha. El candidato dimitido este lunes Miguel Ángel Gallardo, procesado en el caso de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, se ha llevado la peor parte de esta estrategia.