A principios de 1944 vio la luz la revista El Santuario de la Montaña, un acontecimiento de notable relevancia para la vida cultural y social de Cáceres y, en general, de Extremadura. Su aparición se produjo en un contexto marcado todavía por las duras consecuencias de la posguerra, cuando iniciativas editoriales de este tipo suponían no solo un esfuerzo económico, sino también una apuesta por reforzar la identidad colectiva, la religiosidad popular y la vida social de la ciudad. La publicación recogía anuncios comerciales, reflejo del tejido económico local, y dedicaba especial atención a la Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, elemento central de la vida espiritual cacereña.