Este año de desgracia sanchista de 2025, al Niño Jesús le está resultando difícil encontrar en España un lugar donde nacer. El Ministerio de Hacienda ha comprado todas las cuevas disponibles, a través de la SEPI, con el propósito de convertirlas en alojamientos turísticos para inmigrantes marroquíes en expectativa de voto. Por su parte, la Dirección General de Derechos de los Animales ha dispuesto que en los belenes no pueden estar presentes bueyes ni mulas. Su bienestar se vería comprometido por las bajas temperaturas y otros inconvenientes meteorológicos. Cualquier creyente sabe que los vahos benéficos del buey y la mula son la calefacción del Niño Dios. Sin ellos, el Redentor queda expuesto a la gripe A, que empieza a hacer... Ver Más