El último Consejo de Ministros del año ha servido para hacer la foto de familia del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, tras los retoques anunciados este lunes para suplir la salida de Pilar Alegría, anterior ministra portavoz y de Educación, para afrontar las próximas elecciones autonómicas en Aragón, que tendrán lugar el 8 de febrero. Para ocupar esos dos puestos, Sánchez designó a la Delegada del Gobierno en Castilla - La Mancha, Milagros Tolón, para coger la cartera de Educación y a la actual ministra de Inclusión, Elma Saiz, para ejercer de portavoz. Saiz seguirá manteniendo sus funciones como titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Ellas han protagonizado la nueva foto de familia: Tolón por ser su debut y Saiz, por ser la primera con sus nuevas responsabilidades. Estos cambios se interpretan, como ya publicaba este diario, como una estrategia de 'bunkerización' y de control de daños: Sánchez blinda su gabinete y no quiere quemar a ningún otro perfil con proyección. Hay que recordar que Saiz está marcada por su etapa en el Gobierno navarro y su posible relación con la trama de Santos Cerdán y obras bajo sospecha como el túnel de Belate. El nombramiento de Tolón se lee también como un aviso al presidente castellanomanchego, Emiliano García Page , abiertamente crítico con Sánchez, al dar proyección a un perfil alternativo de su federación. Esta minicrisis de Gobierno también es una constantación de que el presidente ignora las peticiones de Sumar, en boca de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, de que el Ejecutivo necesitaba una remodelación profunda tras los últimos casos de corrupción y las denuncias por acoso en el PSOE. Además, tampoco parece que se haya aplicado demasiado, tras la debacle socialista en las elecciones extremeñas .