Patatas arrieras con gambas: una receta rápida y jugosa que gusta a los niños y adultos

Las patatas arrieras con gambas son uno de esos platos que funcionan siempre. Tienen sabor, resultan reconfortantes y se preparan con ingredientes sencillos que suelen estar en cualquier cocina. Además, combinan lo mejor del recetario tradicional (la patata guisada ) con un toque marinero que aporta jugosidad y un punto festivo sin complicaciones. Es una receta ideal tanto para una comida entre semana como para un almuerzo en familia el fin de semana . Su salsa suave, ligada con el propio almidón de la patata, hace que sea un plato fácil de comer, muy apreciado por los niños, mientras que el aroma de las gambas y el sofrito bien trabajado conquista también a los adultos. Pela las patatas y cháscalas en trozos medianos para que suelten almidón y ayuden a espesar la salsa. Pela las gambas y reserva las cabezas y las cáscaras. En una olla con un poco de aceite, sofríe estas cáscaras aplastándolas bien para que suelten su jugo; cúbrelas con agua, deja hervir unos minutos y cuela. Reserva este caldo . En la misma olla, añade un poco más de aceite y sofríe la cebolla picada y los ajos a fuego medio hasta que estén blandos y ligeramente dorados . Incorpora el tomate rallado si lo usas y cocina unos minutos más. Retira la olla del fuego, añade el pimentón y remueve rápidamente para que no se queme. Agrega las patatas, rehoga brevemente y cubre con el caldo de gambas caliente. Cuece a fuego medio durante unos 20 minutos , hasta que las patatas estén tiernas y la salsa haya espesado. En el último momento, incorpora las gambas, cocina 2–3 minutos, ajusta de sal y termina con perejil fresco picado. El secreto de este plato está en no sobrecocer las gambas. Añadirlas al final garantiza que queden jugosas y tiernas, sin perder sabor. También es importante chascar las patatas en lugar de cortarlas limpias: ese gesto sencillo marca la diferencia en la textura final de la salsa. Aquí tienes un truco para saber cuánto tiempo debes cocer las gambas. Si el plato va dirigido a niños pequeños, se puede reducir ligeramente el ajo y optar por un caldo más suave . Para los adultos, una pizca de guindilla o un chorrito de vino blanco al sofrito aportan un matiz más intenso sin complicar la receta. Las patatas arrieras con gambas aportan hidratos de carbono complejos gracias a la patata, que proporcionan energía sostenida, junto con proteínas de alta calidad procedentes de las gambas . Estas también son fuente de minerales como el yodo y el fósforo , además de tener un bajo contenido en grasa. Por cada 100 g, este plato aporta aproximadamente 95–110 kcal, con un equilibrio adecuado entre energía y ligereza . Es una receta completa y saciante, perfecta para incluir en una alimentación familiar variada y equilibrada.