La Policía Nacional ha detenido en Cartagena a cinco personas por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Los arrestados permitían el uso de sus cuentas bancarias para recibir dinero procedente de estafas realizadas a terceros. Su función era desviar posteriormente estos fondos al entramado criminal a cambio de una retribución económica. Este eslabón es fundamental para ocultar la identidad de los estafadores y dificultar la trazabilidad de los fondos ilícitos. El avance tecnológico ha permitido a los delincuentes desarrollar estafas cada vez más sofisticadas, como falsos anuncios de alquiler, phishing o ventas ficticias. Una de las más relevantes comienza con una llamada en la que los estafadores alertan a la víctima de un supuesto problema de seguridad para ganarse su confianza. Con la excusa de proteger sus ingresos, los delincuentes convencen a la víctima para que realice transferencias a las cuentas de las 'mulas digitales'. Según ha informado la Policía, "su banca online está sufriendo un acceso no autorizado" es una de las frases que utilizan para generar alarma y conseguir que la persona transfiera el dinero a las cuentas que le facilitan. La captación de estas 'mulas' se realiza con variadas técnicas de ingeniería social. Utilizan anuncios en redes sociales con promesas de “ingresos extra” o falsas ofertas de “trabajo bien remunerado” a través de internet. Las cinco detenciones de Cartagena están relacionadas con cuatro denuncias formuladas en distintos puntos de España, concretamente en Valladolid, Castellón y Mahón. La Policía recomienda extremar la precaución, ya que prestarse a estas operativas convierte a la persona en un eslabón esencial de la actividad delictiva, aun cuando alegue desconocimiento.