La provincia de Huesca cuenta con una arraigada tradición belenista, pero el caso de Estadilla es singular. Su belén viviente no solo es el más grande de Aragón, sino que destaca por involucrar a prácticamente todos los vecinos del pueblo, desde niños hasta ancianos. Todos tienen un papel en esta representación que transforma la localidad cada Navidad. Lo que comenzó en el año 2009 como una modesta iniciativa de unos vecinos que convirtieron un pajar en el 'Portal de Belén', ha crecido hasta convertirse en un evento de enormes dimensiones. Las cifras son elocuentes: más de 250 figurantes, más de 80 escenas y más de 4.500 metros cuadrados de superficie. Organizado por la Asociación l’Algareta, este proyecto demuestra el compromiso de todo un pueblo, como recuerda uno de sus miembros activos, Ernesto Badía. La participación es la clave del éxito y no se realiza ningún casting para formar parte del elenco. El belén requiere tanto trabajo y tantos figurantes que todo el pueblo se vuelca con la representación, asegurando que siempre haya un papel para quien quiera colaborar en este proyecto comunitario. El belén viviente de Estadilla fusiona en una misma representación escenas del Nuevo Testamento con pasajes del Antiguo Testamento y, sobre todo, con la recreación de la vida cotidiana y los oficios tradicionales de la propia localidad y de la comarca del Somontano. Los visitantes pueden disfrutar de más de 80 escenas, algunas estáticas y otras en movimiento, que son representadas por vecinos de todas las edades. El relevo generacional está garantizado, como demuestra el caso de Clara, de 11 años, que participa desde que tenía tres. Este año interpretará a la cestera junto a su abuela, quien además le ha confeccionado el vestuario, después de haber representado oficios como el de olivarera, colchonera, sillera o jabonera. Su historia refleja cómo la tradición se transmite de abuelos a nietos en esta celebración popular. Muchos de estos oficios, como el del escribano, el barbero o la tixidera, están directamente ligados a la historia del pueblo. De hecho, algunas de las antiguas casas de Estadilla conservan nombres que aluden a estas profesiones, como Casa el Ferrero, Casa el Candil o Casa el Jabonero, manteniendo viva la memoria de la villa. Lina es otra de las veteranas, presente desde la primera edición. Tras pasar por varios oficios, lleva años interpretando a La Mondonguera, un papel que le produce "especial emoción" porque su propia abuela se dedicaba a ello. En una antigua cocina aragonesa recrea la elaboración de productos tradicionales como tortetas, longanizas o morcillas. También hay espacio para roles curiosos y diversos. Julio, con quince años de experiencia, ha sido desde el rey Baltasar hasta un soldado romano, y desde hace dos años interpreta al popular cagané. Asegura que "hay trucos para facilitar este papel, que no todo el mundo quiere desempeñar". Por su parte, Laura, otra participante veterana, ha desempeñado múltiples papeles, pero destaca su experiencia interpretando a la Virgen María en la emotiva escena en la que busca posada. Para quienes deseen visitar este impresionante montaje, el Belén Viviente de Estadilla se representará los días 26, 27 y 28 de diciembre, así como el 2 y 3 de enero. Se han programado tres pases diarios a las 17:45, 19:00 y 20:15 horas, ofreciendo múltiples oportunidades para sumergirse en esta experiencia navideña única. Esta historia forma parte de Historias de Navidad, un especial de COPE que reúne historias reales contadas desde distintos puntos de nuestro país. En el audio completo puedes escuchar relatos de pueblos y ciudades, de personas que mantienen vivas las tradiciones y de quienes acompañan, cuidan y están presentes cuando más se necesita, especialmente en Navidad. Una propuesta sonora pensada para escuchar en cualquier momento y para descubrir las distintas formas de vivir la Navidad en España. ESCUCHA AQUÍ EL ESPECIAL COMPLETO