El Obispo de Jaén felicita la Navidad e invita a los jiennenses a vivir la esperanza en Navidad

El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, ha hecho público su tradicional mensaje de Navidad. Grabado en el Belén del Monasterio de Santa Clara de Jaén, el prelado ha querido anunciar en los hogares jiennenses lo que ha descrito como "la mejor noticia de la historia, la noticia que no envejece ni pasa de moda: Dios no se ha quedado al margen de nuestra vida. Ha entrado en ella. Y lo ha hecho de la forma más sencilla y más desarmante: como un niño. Frágil. Pobre. Vulnerable". En su felicitación, el pastor diocesano ha subrayado que el misterio de la Navidad viene a decirnos "algo muy claro: que ninguna vida es irrelevante y que ninguna oscuridad del alma es definitiva, que siempre hay esperanza". Estas palabras resuenan al concluir el Año de la Esperanza, sobre el cual ha afirmado que se ha aprendido mucho, dejando semillas que ya están dando frutos. Además, ha añadido que "este 2025 hemos descubierto cuál es la esperanza con mayúsculas: Dios se encarna, toma nuestra piel y nuestro corazón". Desde esta certeza, y ante un mundo marcado "por la crispación, por la desconfianza y por la polarización que tanto daño hacen", Chico Martínez ha exhortado a elegir "otro camino: el camino que nos conduzca a la paz, al diálogo y al encuentro". Ha insistido en que Dios, ayer como hoy, "sigue actuando, cada día" al conocer las heridas, cansancios, alegrías y esperanzas humanas. El obispo ha destacado también el papel de la Iglesia, llamada a ejercer "de voz profética". Según ha explicado, la institución debe "anunciar el Evangelio con valentía; denunciar todo lo que hiere la dignidad humana; acompañar, con misericordia, a quienes quedan en los márgenes; en las periferias existenciales, que le gustaba decir a nuestro querido Papa Francisco". El prelado del Santo Reino ha dirigido también unas palabras especiales a los jóvenes, a quienes ha animado a no tener miedo. Les ha recordado que "Cristo no apaga vuestros sueños" y ha lanzado una invitación: "La Iglesia os necesita: No os conforméis con una vida pequeña; soñad a lo grande y dejad que el Señor nazca también en vuestro corazón y os convierta en sembradores de esperanza". En su mensaje, ha incluido un recuerdo agradecido para el Papa Francisco por su legado y para el Papa León XIV, "que continúa guiando el rumbo de la barca de Pedro". También ha dado gracias por la beatificación de los 124 mártires del siglo XX, cuya memoria, ha dicho, "no nos ata al pasado, sino que nos impulsa a vivir el presente con mayor fidelidad y más entrega". Con la mirada puesta en el 2026, "un año que se abre con retos y muchas posibilidades", ha invitado a crecer como Iglesia diocesana "en sinodalidad, a seguir caminando juntos y fortaleciendo el sentido de la corresponsabilidad". Ha concluido esta reflexión afirmando que "la Iglesia es la casa de todos, y por eso es, también, tarea de todos". Finalmente, a las puertas de la Navidad, se ha acordado de quienes viven en la soledad, la enfermedad, el duelo o la incertidumbre. "No estáis solos. Dios ha querido compartir vuestra fragilidad. Y la Iglesia, que es madre, también os abraza", ha concluido, deseando una "Feliz y Santa Navidad y bendecido 2026".