El obispo de Albacete, D. Ángel Román, ha felicitado la Navidad de una forma original, subido al “Sidecar de Amanece que no es poco”. En un recorrido por la provincia, ha recordado que se trata de la primera Navidad que celebran juntos y ha animado a vivirla en el espíritu del Jubileo de la Esperanza. El prelado ha subrayado que la Navidad es una invitación a “ir todos a Belén” para acoger al “más grande del mundo”, que es Jesús. Durante su mensaje, ha insistido en la necesidad de que la comunidad cristiana actúe como un faro de hospitalidad en el mundo actual. Para D. Ángel Román, la Iglesia tiene un papel fundamental en estas fechas. Según sus palabras, “la Iglesia debe ser casa de acogida, portal de Belén del siglo XXI”, un espacio donde las personas puedan reunirse, coger fuerzas y “descubrir al Señor en cada rincón de nuestro entorno”. Ha añadido que esta debe ser “ese portal de Belén del siglo veintiuno, lugar de acogida y de esperanza”. El obispo ha extendido su mensaje evocando el Jubileo Universal con una parada simbólica en el Vaticano, recordando que el mensaje de Dios es para todos. Ha mencionado el reciente “jubileo de los presos” para ilustrar que Jesús “viene a liberarnos y a rescatar a todos”. En este sentido, ha afirmado que lo que se celebra en Navidad es que “Dios viene a salvarnos a todos”. Finalmente, D. Ángel Román ha hecho un llamamiento a “coger fuerza en estos días” y a “llenarnos de la humanidad y la ternura de Jesús”. El objetivo, ha dicho, es utilizar esa fortaleza para “levantar a los hermanos” y “llevar la esperanza y la alegría del evangelio a todos”, acogiendo al Señor que “se pone como niño en nuestras manos”.