El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, carece de peso diplomático, pero es un hombre de confianza del presidente de EE.UU. y tiene la potestad de hablar por él. Dinamarca no lo reconoce y convocó al embajador estadounidense para pedir respeto a sus fronteras. Analistas también advierten de “una cuestión mediática” para cambiar la agenda política del Caso Epstein