Asistir a misa puede ser una tarea complicada para familias con niños o personas con discapacidad. Para dar respuesta a esta situación, se ha presentado en el Arzobispado de Madrid el libro La santa misa en pictogramas. Se trata de una obra eminentemente visual creada por Martha Chuquipiondo, presidenta de la Asociación para las Personas con Capacidades Especiales, Proyecto NAIM, que permite vivir la eucaristía a personas con dificultades de comprensión. La idea surgió de la propia experiencia de la autora. "Es un proyecto que nació hace casi 16 años", ha explicado Chuquipiondo, madre de un joven con autismo de grado 3. Según cuenta, ir a misa con su hijo era una "situación muy complicada", ya que "era muy difícil que se mantenga sentado" y no podía realmente estar en misa porque podía molestar a otros fieles o interrumpir el desarrollo de la celebración. Ante la falta de materiales de soporte, propuso a su párroco iniciar una catequesis específica para personas con discapacidad intelectual. Así comenzó un grupo con personas con diversas realidades, como retraso madurativo, síndrome de Down o parálisis. "Se comenzó a elaborar materiales, prueba y error, porque, claro, habían cosas que no servían y cosas que que sí", ha detallado la autora sobre el largo proceso de creación. El resultado de todo ese tiempo es este libro, pensado para muchas familias que "tienen esa misma dificultad". Chuquipiondo ha subrayado la importancia de que exista un soporte adaptado para que cualquier persona, sin importar su capacidad de comprensión, pueda entender lo esencial. "Lo más importante en la en la misa y en toda nuestra fe católica es que Jesús los ama y que Jesús esté en su corazón", ha afirmado. El material se compone de varias partes. La principal es un pequeño libro de acompañamiento, conocido como "el llavero", que detalla cada parte de la misa con un pictograma, desde la entrada hasta la bendición final. El objetivo es que la persona con discapacidad no sea "un mero acompañante, sino que vivan la eucaristía", ha señalado su creadora. Para profundizar, el proyecto incluye un tablero imantado con pictogramas que explican de forma sencilla conceptos como la consagración. Chuquipiondo ha insistido en que quiso publicar primero este libro porque "es una pena que muchas familias, por el miedo, a veces hasta vergüenza de que sus chicos griten o o se muevan, no lo lleven a misa". La ayuda visual, según ella, es clave para que puedan seguir la ceremonia sin dispersarse. Además, ha destacado la buena acogida en las 22 parroquias donde ya se utiliza, asegurando que también sirve para "enseñar a la comunidad parroquial sobre la inclusión".