Despertarse con mal sabor de boca es algo tan habitual que muchas personas lo suelen dar por hecho. A veces va acompañado de mal aliento, otras simplemente es una sensación rara que desaparece tras cepillarte los dientes. Y aunque suele preocupar, lo cierto es que en la mayoría de los casos tiene una explicación bastante sencilla. Así lo ha explicado recientemente la dentista Miryam Tomaizeh , conocida en Instagram como @dra.tomaizeh , en un vídeo en el que aclara por qué este fenómeno es tan común al despertarnos. Según aclara la especialista, el mal sabor de boca al despertar tiene una explicación fisiológica muy concreta que ocurre durante la noche, cuando «se produce menos saliva y las bacterias crecen» . Una de las claves que señala Miryam es el papel fundamental de la saliva en la salud bucodental. Durante el día, la saliva actúa como un sistema de limpieza natural que ayuda a eliminar restos de comida, regula el pH de la boca y mantiene bajo control la proliferación de bacterias. Sin embargo, mientras dormimos, la producción de saliva disminuye de forma notable. Esto hace que la boca permanezca más seca durante varias horas seguidas, creando un entorno perfecto para que las bacterias se multipliquen . Como resultado, al despertarnos, es habitual notar un sabor desagradable o incluso mal aliento. Este efecto se intensifica en personas que r espiran por la boca, roncan o duermen con la boca abierta . En estos casos, la sequedad es aún mayor, lo que facilita todavía más el crecimiento de bacterias durante la noche. Aunque en la mayoría de los casos esta sensación es completamente normal, la dentista advierte de que hay situaciones en las que conviene prestar más atención. Problemas como la gingivitis, la acumulación de placa bacteriana o determinadas patologías en las encías pueden empeorar el mal sabor de boca al despertar y hacerlo más persistente. Además, no todas las causas están directamente relacionadas con la boca, sino que algunos trastornos digestivos, como el reflujo gastroesofágico , o alteraciones intestinales como el SIBO , pueden manifestarse también a través del aliento y del sabor bucal, especialmente por la mañana. Por eso, cuando el problema se mantiene en el tiempo o resulta especialmente intenso, es importante acudir a un profesional. Afortunadamente, hay varias medidas sencillas que pueden ayudar a reducir esta sensación. Una de las más importantes es limpiar bien la lengua antes de irse a dormir, ya que en su superficie es donde se acumulan muchas de las bacterias responsables del mal olor y del mal sabor. El cepillado antes de acostarse también es fundamental. No se trata solo de cepillarse rápido, sino de hacerlo de minuciosamente, eliminando los restos de comida y placa para evitar que las bacterias actúen durante toda la noche. La hidratación también juega igualmente un papel importante. Beber suficiente agua a lo largo del día y antes de dormir ayuda a mantener las mucosas hidratadas y reduce la sequedad bucal nocturna. Y por último, Miryam Tomaizeh insiste en la importancia de acudir a revisiones periódicas con el dentista. Muchas veces, el mal sabor de boca persistente es la primera señal de un problema que aún no ha dado otros síntomas. Detectarlo a tiempo puede ayudarte a tratarlo de forma sencilla y evitar complicaciones mayores.