Los campings valencianos registran actualmente una ocupación media del 80%, una cifra que la Federación de Campings de la Comunidad Valenciana prevé superar, alcanzando más del 85% durante la Navidad. Según su presidente, Pepe Frasquet Fenollar, este éxito es "la consecuencia del trabajo de muchísimos años" y consolida al sector como "punta de lanza en la desestacionalización". La pandemia ha marcado un punto de inflexión en el sector. Frasquet explica que, en aquellas circunstancias, muchos usuarios nacionales descubrieron esta modalidad de alojamiento por primera vez. Se "asociaron el ir de camping al estar al aire libre, y aquello fue sinónimo de seguridad", señala. Este nuevo turista de proximidad, formado por familias, parejas y amigos, se suma al visitante internacional ya consolidado del centro y norte de Europa. Estos viajeros eligen la región por su clima invernal cálido, con temperaturas muy por encima de las de sus países de origen. El concepto de camping ha evolucionado mucho más allá de la tradicional tienda de campaña. Frasquet destaca que "ir de camping no exige el tener en posesión o en propiedad un dispositivo", ya que los complejos ofrecen modernos bungalows y otras unidades de alojamiento totalmente equipadas. "Hoy alojarte en un camping tiene los mismos índices de calidad y de experiencia que un buen hotel", afirma el presidente de la federación. Además, los alojamientos están completamente acondicionados para el frío, desmintiendo cualquier temor a las bajas temperaturas en estas fechas. La oferta de la Comunidad Valenciana combina campings de interior, ideales para disfrutar de una chimenea o una visita a una bodega, con complejos en la playa para gozar del encanto de la costa en invierno. A nivel de precios, el sector se define como muy competitivo, con "opciones para todos los bolsillos" y una gran relación calidad-precio.