El presidente de Asaja Castilla-La Mancha , José María Fresneda, ha anunciado que a primeros de año el campo español volverá a movilizarse , aunque ha dejado claro que estas protestas no responderán a intereses económicos ni políticos. « No vamos a permitir que se siga poniendo en riesgo nuestro modelo productivo », ha advertido, subrayando que las movilizaciones tendrán como único objetivo la defensa de la agricultura y la ganadería. Así lo ha manifestado en una rueda de prensa para valorar la manifestación celebrada el pasado jueves en Bruselas , en la que agricultores y ganaderos europeos mostraron una imagen de « unidad sin precedentes «, que ha calificado como «un éxito rotundo del campo y de la ganadería». «Allí ha habido diferencias, pero hemos estado unidos«, ha puntualizado Fresneda. En este sentido, ha afirmado que la movilización ya está teniendo «consecuencias políticas concretas» , destacando que, tras la manifestación, la cúpula de Copa-Cogeca mantuvo una reunión con cuatro comisarios europeos, entre ellos los responsables de Comercio y Economía, en la que se acordó retrasar un mes la decisión sobre el acuerdo con Mercosur. «La presión del sector agrario, unida a la posición firme de países como Italia y Francia, ha conseguido paralizar temporalmente esta decisión», ha explicado. Según el presidente de Asaja Castilla-La Mancha, este retraso es una oportunidad para exigir que cualquier acuerdo comercial internacional esté condicionado a la reciprocidad . «No podemos aceptar importaciones de terceros países si no jugamos todos con las mismas reglas. Mercosur, Marruecos, el Sáhara o Ucrania deben cumplir los mismos estándares que se nos exigen a nosotros. Si no, Europa pierde credibilidad, y ya la está perdiendo», ha advertido. Fresneda ha sido muy crítico con el funcionamiento de la Comisión Europea y con la falta de liderazgo político. « Nunca he visto un perfil tan bajo de liderazgo . Los comisarios no forman un equipo, responden a cuotas políticas de sus países y eso debilita su compromiso». En este contexto, ha señalado que la sociedad está rechazando los mensajes contradictorios de la Agenda 2030 «no por ideología, sino porque no está funcionando». El presidente de Asaja ha insistido en que el sector agrario no se opone a la sostenibilidad, pero sí a que se imponga sin rentabilidad. «No se puede exigir a ningún agricultor que produzca si no se le paga lo que cuesta producir. Si se imponen restricciones sin compensaciones económicas, ese modelo nace muerto». Además, ha recordado que los agricultores europeos están sometidos a « obligaciones inmensas » para garantizar alimentos de calidad, algo que la sociedad debe conocer y valorar. En el ámbito nacional y autonómico, Fresneda ha reclamado planes concretos y con respaldo normativo y presupuestario. Ha exigido al Gobierno de España y a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que «dejen de hacer únicamente declaraciones y comiencen a presentar documentos, propuestas y planes estratégicos reales», especialmente ante la posible desaparición del segundo pilar de la PAC. «Queremos saber qué modelo de agricultura y ganadería se quiere apoyar, qué se va a hacer con el sector vitivinícola y con la ganadería, y cómo se va a defender la sostenibilidad sin perder rentabilidad. Si no hay propuestas vinculadas al Boletín Oficial de Castilla-La Mancha y a los presupuestos, no valen para nada », ha afirmado. Fresneda ha recordado que Asaja presentó hace dos años un plan estratégico de ganadería que no ha sido atendido, pese a los graves problemas de rentabilidad, burocracia, sanidad animal y falta de mano de obr a. «Un plan sin normativa, sin inventario oficial y sin presupuesto no es un plan. El sector ganadero de Castilla-La Mancha se va a levantar, y no tardando», ha advertido. Finalmente, Fresneda ha alertado de que los recortes en la PAC no pueden justificarse por la guerra o la inmigración, ya que ambas son políticas nacionales. «No queremos dejar en manos de la clase política ni el primer ni el segundo pilar de la PAC . Queremos una agricultura y una ganadería sostenibles, sí, pero sobre todo rentables y con futuro».