La Policía Nacional ha logrado rescatar a una mujer de 80 años en Maó (Menorca) que se encontraba en una situación crítica: retenida en su propio dormitorio, desatendida y con lesiones visibles. El presunto responsable es su propio hijo, quien ya ha sido detenido y enviado a prisión provisional por delitos de lesiones, malos tratos habituales y quebrantamiento de condena. La operación comenzó el pasado 18 de diciembre, cuando los servicios sociales dieron la voz de alarma en la Comisaría de Maó. La mujer, que se encuentra bajo seguimiento, llevaba días sin responder a las llamadas. Al desplazarse al domicilio, los agentes del grupo UFAM (Unidad de Atención a la Familia y Mujer) detectaron señales preocupantes: la comida que asociaciones de la isla le entregan diariamente se acumulaba en la puerta sin recoger, y los vecinos confirmaron que no habían visto a la anciana en varios días. Tras una intensa búsqueda el día 19, y ante la sospecha de que la mujer pudiera estar en "peligro real por su vida", la Policía solicitó la intervención de los bomberos para acceder a la vivienda. Al entrar, los agentes se encontraron con una escena dantesca. El hijo de la víctima se encontraba dentro de la casa, a pesar de tener una orden de alejamiento en vigor sobre su madre. La mujer estaba en el dormitorio, postrada en la cama y sin capacidad de levantarse. Los sanitarios confirmaron la presencia de hematomas en la cara y el cuello, además de una herida sangrante en la ceja con sangre seca, lo que indicaba que las lesiones se habían producido días atrás. "La vivienda se encontraba llena de enseres acumulados, basura, ropa tirada y comida de varios días, mostrando unas condiciones de insalubridad extremas", detallan fuentes policiales. El detenido, cuya identidad no ha trascendido, fue puesto a disposición judicial. Tras analizar la gravedad de los hechos —que incluyen el quebrantamiento de la medida de protección y el estado de vulnerabilidad de la octogenaria— el juez ha decretado su ingreso en prisión provisional. La rápida coordinación entre servicios sociales y el grupo UFAM ha sido determinante para evitar un desenlace fatal en este nuevo caso de violencia en el ámbito familiar en Menorca.