El Milagro de los Cocinillas CCF: "Esta gente, antes de esta iniciativa, cenaban por Nochebuena un bocadillo y una botella de agua"

Por sexto año consecutivo, el colectivo Cocinillas CCF ha vuelto a demostrar que la solidaridad es el mejor ingrediente de la Navidad. Un equipo de 30 voluntarios se ha reunido desde las seis de la mañana en la Hacienda de Santa María para preparar 530 menús solidarios destinados a familias vulnerables de Córdoba entre acordes del himno de Queco y bufandas blanquiverdes. La iniciativa, que une gastronomía y cordobesismo, ha llenado la cocina de un ambiente festivo y de compromiso. El trabajo se organiza en dos jornadas intensas. La preparación de los menús se ha extendido hasta las dos de la tarde del día 23, momento en que las elaboraciones se han guardado en frío. Mañana, día de Nochebuena, otro grupo de voluntarios se encargará del reparto para que, con la ayuda de los bomberos de Córdoba, "a eso de las 12 o 12 y media, cada receptor del menú tenga esa bolsa en su casa", explica Paco López Jordán, uno de los organizadores. Lejos de ser una solución de mínimos, el menú diseñado por el cocinero Edu Sánchez es una cena de lujo. Incluye aperitivos, una ensalada de marisco, pollo relleno de frutos de queso y arándano con salsa Pedro Ximénez y guarnición, además de postre, fruta y bebida. Un contraste enorme con lo que recibían estas familias hace años: "la información que tenemos es que esta gente, antes de esta iniciativa, comían un bocadillo y una botella de agua", recuerda Sánchez. El objetivo es ofrecer una cena digna en una fecha señalada. "La pena es que solamente lo hagamos en Nochebuena, porque el hambre está todo el año, pero todo el mundo en estas fechas necesita una cena digna", reflexiona Edu. Esta generosidad ha sido posible gracias a la aportación de proveedores y, especialmente, a un donante anónimo, un "duende cordobesista", que ha cubierto el coste total de los menús por segundo año. La iniciativa destaca por su capacidad de unir a personas de todas las edades, con voluntarios desde los 11 hasta los 69 años. Carlos, de 11 años, es el mejor ejemplo de la "cantera" de Cocinillas CCF. "Es una ilusión que las personas pobres que no tienen techo vayan a tener una comidita y puedan pasar bien la Nochebuena", afirma. Para él, como para el resto, "todo el mundo se merece lo que tenemos". Paco López Cordón describe la jornada como "un subidón", aunque con un punto amargo. "Mañana llega el bajonazo, cuando le haces entrega a gente y ves cómo te aplaude gente como tú y como yo, con niños", explica. Y sentencia con una reflexión contundente: "Aplauden un plato de comida, y eso en el 2025 debería estar prohibido". El nexo de unión de todos los voluntarios es su pasión por el Córdoba CF, cuyo himno han cantado durante la jornada. El propio colectivo, Cocinillas CCF, lleva el nombre del club. El diseñador Pepe Farruko, creador del mandil de este año, relata cómo en otros lugares ven esta hazaña como "imposible", pero aquí "somos un ejemplo". El sentimiento blanquiverde se refuerza con la presencia de los veteranos del Córdoba CF, como Iñaki López Murga, quien se ha mostrado emocionado: "ver a toda esta gente cómo está colaborando, la verdad que te emociona". Para quienes quieran colaborar, la organización mantiene abierto un Bizum para donaciones (004217). Todo el excedente económico, así como los alimentos no utilizados, se destinarán al Banco de Alimentos, asegurando que la ayuda se extienda más allá de la Nochebuena.