Rosa: "Para mí la Nochebuena huele a potaje de castañas; soy de Órgiva, de la Alpujarra Granadina, y aquí echamos todo a la olla: castañas secas, boniato, batata, canela y azúcar"

Este martes previo a Nochebuena, 'Herrera en COPE' ha abierto los micrófonos para descubrir las recetas navideñas más originales de las familias españolas. Los oyentes han compartido platos sorprendentes que van desde sopas de flan saladas hasta postres tradicionales con historia, demostrando la riqueza gastronómica que se esconde en cada hogar durante estas fiestas. Entre todas las llamadas, ha destacado el testimonio de Rosa, una oyente de Órgiva, en la Alpujurra Granadina. Su familia celebra la Nochebuena con un potaje de castañas, un plato que, según ha explicado, es en realidad un postre y no un guiso salado. Para ella, su aroma es la verdadera esencia de estas fechas. Rosa ha explicado que la receta, heredada de su abuela y que su madre sigue preparando, es un legado de la economía de subsistencia de la zona. El plato se elabora con castañas secas, boniato, canela en rama y azúcar. "Lo ponía a hervir desde por la mañana", ha recordado la oyente, quien ha admitido que su madre lo cocina "a ojo", sin medidas exactas, lo que convierte la receta en un tesoro familiar difícil de replicar. La originalidad ha sido la tónica general. Miguel, de Alicante, ha dejado perplejo al presentador al hablar de la "sopa de flan", un plato típico de Vergel que su suegra prepara en Navidad. "Es un flan como si fuera dulce, pero en vez de ser dulce, es salado", ha detallado sobre este caldo de puchero con un flan de huevo salado. Desde Sevilla, Alejandro ha contado cómo la Navidad en su casa ha incorporado los sabores de Cuba gracias a su mujer. Ahora, junto a los platos tradicionales, en su mesa nunca faltan el "boniato con mojo", la "yuca hervida" y el "congrí", que es un arroz con frijoles negros. "Menos mal que en la noche de Navidad no hay uva, si no, nos das las 4 de la mañana comiendo", ha bromeado. Julián, por su parte, ha presumido de padre cocinero, ya jubilado, que sigue creando platos únicos como el "solomillo al chocolate" o el "ajili mojilli", un rollo de lomo relleno de espinacas con una salsa picante. El secreto de sus recetas es máximo, ya que, como ha contado el oyente, "no se las cuenta ni a los hijos" para evitar que le acusen de explicarla mal si no sale igual. Otras propuestas curiosas han sido el "solomillo relleno de guinda" que prepara Aurelia, quien también ha descrito cómo su marido deshuesa un pollo por un agujero para rellenarlo con carne picada y trufa. O la receta de Margarita, que consiste en un pollo al horno con una salsa de champán y leche y un sencillo "caldito con hierbabuena" de primero. Estos testimonios han servido para reflexionar sobre el poder emocional de la gastronomía. Tal como han comentado en el programa, un sabor o un olor tienen la capacidad de transportar a una persona a un lugar o una época de su vida, generando una conexión directa con los recuerdos y las emociones más profundas.