Castilla-La Mancha afronta la actual campaña de aceituna con una previsión de cosecha media-alta, especialmente en numerosas zonas de la provincia de Toledo, pero con una preocupación creciente: la escasez estructural de mano de obra que pone en riesgo la recolección completa del fruto. Así lo ha señalado la vicepresidenta, Blanca Corroto, quien ha subrayado que «el problema es estructural y tiene nombre: falta mano de obra. En este momento estamos fritos». En este sentido, ha recordado el trabajo realizado desde Asaja para activar la figura del «arraigo sociolaboral», una herramienta clave para facilitar la incorporación de trabajadores extranjeros al sector agrario . «Conseguimos que se pusiera en marcha una figura que estaba escrita pero no se aplicaba. Personas que llevan dos años en nuestros pueblos y pueden justificar su situación pueden ser dadas de alta al menos 90 días, incluso con varios empleadores. Ha sido un logro importante», ha explicado. No obstante, ha advertido de los obstáculos administrativos que siguen retrasando la llegada de trabajadores al campo. «Estamos encontrando muchas dificultades porque los certificados de antecedentes penales de los países de origen tardan mucho en llegar, y son imprescindibles para completar los trámites». A pesar de estos esfuerzos, la falta de mano de obra persiste en un momento crítico. «Estamos trabajando en ello, pero aun así nos sigue faltando gente, y eso enlaza directamente con la campaña de la aceituna», ha afirmado. Según Corroto, Castilla-La Mancha tendrá este año «una cosecha media-alta», especialmente en amplias zonas de la provincia de Toledo, aunque con diferencias territoriales. «Hay zonas que no tienen apenas aceituna, pero otras sí. En general, en Castilla-La Mancha podemos hablar de una campaña media-alta». En el caso del olivar tradicional de secano, que representa más del 80% del olivar de la región y con variedades como la cornicabra, la situación productiva es razonablemente positiva. «Sinceramente, no estamos mal», ha señalado, citando zonas como Marjaliza y Los Yébenes, donde la producción se sitúa en niveles medios-altos, frente a otras como Mora, que tras «una campaña muy cargada el año pasado, este apenas presenta producción». La gran incógnita, sin embargo, es si será posible recoger toda la aceituna a tiempo. «La pregunta es si vamos a ser capaces de recogerla. Con la falta de mano de obra que tenemos, no sé si podremos terminar la campaña», ha advertido, destacando que la campaña se puede alargar hasta el mes de marzo.