La parroquia de Soutelo, en Cuntis, tiene este año un nuevo e inesperado horizonte que compite directamente con la mismísima capital francesa. Javier Loureiro, un vecino de 60 años con una trayectoria profesional ligada al encofrado y que actualmente se dedica al montaje de andamios, ha dejado a todos con la boca abierta al construir una réplica de la Torre Eiffel de 17,5 metros de altura en su propia finca. Lo que comenzó como una simple charla entre amigos mientras Javier observaba un pequeño imán de su nevera, terminó convirtiéndose en un desafío personal que ha revolucionado la zona. Este experto en estructuras, que vivió en París durante su infancia, decidió aplicar sus conocimientos técnicos para dar vida a este monumento metálico. El proceso de construcción, que arrancó el pasado 1 de octubre, no fue sencillo: Javier montó cuatro secciones independientes a ras de suelo para después ensamblarlas una encima de otra con la ayuda de un camión grúa, evitando así los riesgos de trabajar directamente en vertical. El resultado es una estructura imponente que, iluminada con focos amarillos al más puro estilo parisino, se puede ver desde distintos puntos del barrio. La expectación es tal que la finca de Javier se ha convertido en una parada obligatoria para curiosos y turistas llegados desde Vigo o Marín, quienes se sorprenden al descubrir que la torre es mucho más alta de lo que imaginaban inicialmente. Aunque la estructura ya luce espectacular, su creador asegura que todavía no está terminada; tiene previsto añadirle los balcones del primer y segundo nivel, además de un tramo intermedio que aún tiene pendiente de fabricar. Javier no tiene ninguna intención de desmontar su obra tras las fiestas, sino que planea mantenerla como una atracción permanente, trasladándola próximamente a la parte trasera de su jardín para que siga deleitando a quienes se acerquen a Cuntis.