Como nosotros, algunos profesionales que emigraron hacia el exterior; no lo hicieron por ser pobres de solemnidad ni adolecer de carencias elementales. Simplemente, como en nuestro caso, son “inútiles, incompetentes, y hasta pendejos”. Es decir, por nuestra falta de “habilidades”, y resistirnos a aceptar el estado de cosas; filosofía existencial, y hasta nuestro divorcio espiritual […]