La privacidad ha sido uno de los grandes argumentos de Apple para explicar por qué su ecosistema funciona de forma distinta. No es solo una cuestión técnica, sino una narrativa construida durante años. Precisamente por eso sorprende que una herramienta presentada como un avance para el usuario esté en el centro de una multa de casi cien millones de euros. La Autoridad de Competencia Italiana ha impuesto a Apple una multa de 98,6 millones de euros por abuso de posición dominante, al considerar que la implementación de App Tracking Transparency restringe la competencia. El foco no está en la idea de proteger datos, sino en cómo se aplicaron esas reglas a los desarrolladores que distribuyen sus apps en iOS. Es ahí donde sitúa el choque de fondo. El origen de la función. App Tracking Transparency no surge en este contexto regulatorio, sino varios años antes, como parte de un cambio más amplio en la estrategia de Apple sobre privacidad. La función se introdujo en abril de 2021 con el lanzamiento de iOS 14.5 y se presentó como una forma directa de devolver al usuario el control sobre el seguimiento publicitario. A partir de ese momento, cada aplicación debía pedir permiso explícito antes de rastrear la actividad del usuario en otras apps y sitios web. Fue un giro que reordenó el ecosistema móvil desde dentro. La lógica de App Tracking Transparency se apoya en una definición concreta de lo que Apple considera seguimiento. No se trata solo de mostrar anuncios, sino de vincular datos recogidos en una app con información obtenida en servicios de terceros para publicidad dirigida o medición. Si el usuario elige no ser rastreado, el desarrollador pierde acceso al IDFA y, según las reglas del sistema , tampoco puede utilizar otros identificadores personales para el mismo fin. Es un corte técnico que simplifica la decisión del usuario, pero que tiene consecuencias directas en cómo se monetizan muchas aplicaciones. Una posición de fuerza en el ecosistema iOS. Para la autoridad italiana, la clave no es la apertura posterior del sistema, sino la situación existente cuando ATT empezó a aplicarse. En ese periodo, Apple concentraba el control sobre la distribución de apps para iOS y sobre las normas que gobiernan el seguimiento publicitario a nivel de sistema. Desde esa posición dominante, concluye el regulador, la compañía pudo fijar condiciones que tuvieron impacto competitivo. Todo ello, más allá del objetivo declarado de proteger la privacidad del usuario. El aviso de App Tracking Transparency El núcleo del reproche: el “doble consentimiento”. El corazón de la sanción está en cómo se aplicó ATT a los desarrolladores externos. Según la autoridad italiana , la pantalla de Apple obligaba a solicitar un primer permiso que, por sí solo, no cumplía todos los requisitos de la normativa europea de protección de datos. Eso forzaba a los desarrolladores a pedir un segundo consentimiento adicional para el mismo fin publicitario. Ese paso extra, sostiene el regulador, reducía la probabilidad de aceptación y limitaba la recogida y el uso de datos necesarios para la publicidad personalizada. El impacto económico es uno de los pilares del expediente. Al aumentar la fricción en la obtención del consentimiento, ATT limitó la recogida y el enlace de datos utilizados para medir y personalizar anuncios. Para la autoridad italiana, eso perjudicó a los desarrolladores cuyo negocio se apoya en la venta de espacio publicitario y se trasladó también a anunciantes y plataformas de intermediación. En el resumen del caso, el regulador añade que este diseño podía generar beneficios para Apple, tanto por mayores comisiones asociadas a servicios de la App Store como por el crecimiento de su negocio publicitario. ¿Había otra forma de hacerlo? Una de las claves de la resolución es que el problema no está en la meta, sino en el camino. La autoridad italiana afirma que Apple podía haber alcanzado el mismo nivel de protección de la privacidad sin obligar a duplicar las solicitudes de consentimiento. Desacuerdo y anuncio de apelación. Apple ha manifestado su desacuerdo con la resolución de la autoridad italiana y considera que esta no valora adecuadamente las protecciones de privacidad que aporta ATT. En un comunicado citado por Reuters , la compañía insiste en que el sistema se creó para dar a los usuarios un control claro sobre el seguimiento publicitario y que sus normas se aplican por igual a todos los desarrolladores. La empresa también ha confirmado que apelará la multa y que mantendrá su compromiso de proteger la privacidad de los usuarios. En Xataka La Unión Europea regula demasiado. No lo decimos nosotros, lo acaba de admitir la propia Unión Europea La multa es el resultado de una investigación larga y compleja. Según el resumen del caso , la autoridad italiana abrió el expediente en mayo de 2023 y amplió su alcance en octubre de 2024, en coordinación con la Comisión Europea, otros reguladores de competencia y la autoridad nacional de protección de datos. Ese enfoque conjunto subraya que el análisis de ATT no se limitó a un solo país ni a una sola dimensión. Se abordó, más bien, como un cruce entre competencia, privacidad y funcionamiento del mercado digital. Más allá de la apelación anunciada, la resolución impone efectos inmediatos. La autoridad ordena a Apple cesar de forma inmediata las conductas mencionadas y abstenerse de repetir prácticas similares en el futuro. Además, Apple tiene 90 días para informar a la AGCM de cómo cumplirá con esas exigencias. No está claro, por ahora, si ese calendario depende también del proceso de recurso, pero el caso deja claro que el debate ya no es solo teórico. Imágenes | Georgiy Lyamin | Captura de pantalla En Xataka | Creíamos que Microsoft ya había metido Copilot por todos lados. LG nos demuestra que estábamos muy equivocados - La noticia Apple convirtió la privacidad en su bandera. Una de sus funciones le ha supuesto una multa de 98 millones de euros en Europa fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .