Global Panduro, una empresa controlada por Resource Capital Funds, ha comprado la mina de Cobre Las Cruces al canadiense First Quantum, en una operación que se ha cerrado por 190 millones de dólares (más cláusula de pago futuro ligada a la rentabilidad) y que permitirá extraer minerales en Gerena (Sevilla) durante los próximos 20 años. Resource Capital Funds (RCF) es un grupo de fondos de capital privado de gestión conjunta dedicado a invertir en el sector minero. Desde su creación en 1998, RCF ha aterrizado en más de 235 empresas mineras, con proyectos ubicados en más de 55 países y en más de 35 materias primas. La transacción está sujeta a ciertas condiciones habituales y aprobaciones regulatorias y se espera que se cierre durante el primer semestre de 2026. Este nuevo yacimiento cuenta con todas las bendiciones para su apertura: ha sido declarado de Interés Estratégico por Europa y ya ha superado los trámites administrativos para su puesta en marcha. Este ha sido uno de los mayores alicientes para la venta de la mina, que se puso en el radar del mercado hace dos años cuando su propietaria recibió un duro varapalo en Panamá. Por ella se interesaron otros operadores que ya están asentados en la Faja Pirítica como Atalaya Mining (la dueña de Riotinto) , Sandfire Matsa (la propietaria de Minas de Aguas Teñidas) o Grupmás cláusula de pago futuro ligada a la rentabilidad.o México (reactivará Aznalcóllar).Por el contrario, la continua polémica generada por los ecologistas entorno al vertido de las aguas ha sido una de las cuestiones que más ha preocupado a los compradores. La operación, cuyo acuerdo vinculante se acaba de cerrar, permitirá explotar unas reservas de más de 40 millones de toneladas bajo minería subterránea para extraer cobre, zinc, plomo y plata . El grupo deberá acometer una inversión superior a los 783 millones de euros para preparar la nueva mina, que se situará bajo a un yacimiento ya explotado.   Uno de los grandes hitos será la puesta en marcha de una refinería polimetálica , un paso previo que suele demorarse alrededor de seis meses. Tras ello, será necesaria la construcción durante los siguientes dos años. En la primera mina, First Quantum extrajo recursos desde 2009 hasta 2021. Se trató de un yacimiento con una rentabilidad extremadamente superior a la de otros de similares características, ya que la riqueza del cobre superaba entre siete y doce veces a la habitual. Como si de un efecto mariposa se tratara, el detonante de la venta de Cobre Las Cruces se encuentra a miles de kilómetros . Se trata de Cobre Panamá, un yacimiento que frenó en seco su producción en 2023 por una declaración de inconstitucionalidad por parte de la justicia de este país. A pesar de que aquel conflicto se remontaba a mucho antes, la decisión coincidió con un momento en el que First Quantum debía aprobar una inversión muy significativa para su nuevo proyecto en España. Sin los ingresos de Panamá, era imposible para el grupo dar luz verde a aquella partida. Dos años después, la venta de la mina española acaba de cerrarse y su actividad en Panamá continúa parada. El nuevo Gobierno panameño está más abierto al diálogo que el anterior y, en las próximas semanas, es previsible que se conozca el resultado de unas auditorías ambientales que serán clave para una posible reapertura. Ahora el futuro de First Quantum pasa por crecer en otros mercados como Argentina y Zambia. Previsiblemente, su paso más inminente será abrir una mina en la región argentina de Taca Taca, con una inversión cercana a los 3.100 millones de euros . Uno de los atractivos de este proyecto es que le permite acogerse al conocido como RIGI, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones. Este es un vehículo que persigue atraer a proyectos industriales, mineros y energéticos con una serie de beneficios fiscales y aduaneros. El requisito principal es que la inversión de partida supere los 200 millones, algo que supera con crecer el proyecto minero de First Quantum. El país africano representa en estos momentos el 90% de la producción del grupo minero. Allí cuenta con minas de cobre y níquel y ha llegado a impulsar Kalumbila, una ciudad construida desde cero para albergar a los trabajadores (y familiares) de la zona. De hecho, esta empresa se ha convertido en el primer pagador de impuestos de Zambia y emplea a más de 13.000 personas.