La Cocina Central del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha reforzado su servicio para ofrecer menús especiales de Navidad a las personas ingresadas. El objetivo es que los pacientes puedan disfrutar de estas fechas señaladas sin descuidar el equilibrio nutricional y la adaptación a su situación clínica, según ha informado el centro. Para la cena de Nochebuena, el menú incluye jamón ibérico y queso curado, una sopa suave de Navidad, dorada al horno y un tronco de Navidad de trufa y nata. El menú pediátrico mantiene esta propuesta con adaptaciones en la elaboración del pescado, mientras que la dieta blanda sustituye los productos curados por entremeses de pavo y finaliza con un yogur cremoso de manzana y canela. El día 25 de diciembre, los pacientes degustarán cogollos con caballa, sopa de mariscos y solomillo en reducción de Pedro Ximénez, y como postre yogur griego con arándanos rojos adaptando siempre las elaboraciones para las dietas blandas y pediátricas. En Nochevieja, el menú contempla langostinos, crema de calabacín y lomo de bacalao al horno y flan de queso cremoso. Para el primer día del año, las propuestas incluyen sopa de tomate con crujiente de berenjenas o albóndigas de choco y gambas en salsa de almendras o ternera asada, dependiendo de la dieta de cada paciente. Finalmente, el Día de Reyes comenzará con un desayuno especial que incluye chocolate caliente y roscón. La comida de ese día estará compuesta por ensaladilla de gambas, cazuela de pescado o pollo con dátiles y bacon o lomo a la plancha, siempre con versiones ajustadas a las necesidades nutricionales de cada persona. Detrás de esta iniciativa se encuentran más de 350 profesionales de distintas categorías que trabajan a diario en la elaboración de 55 tipos de dietas diferentes. Este esfuerzo se traduce en la preparación de alrededor de 1.300 menús personalizados cada día en las tres comidas principales. Estos menús navideños forman parte de la atención integral del hospital, que ha programado más de 50 actividades para estas fechas. La meta es que, gracias al esfuerzo de profesionales, voluntarios y asociaciones, las personas ingresadas puedan mantener la ilusión y el bienestar propios de la Navidad.