La solidaridad transforma la Nochebuena en Menorca con una gran cena para los más vulnerables

La [Navidad] en Menorca se impregna de un profundo sentido de comunidad y apoyo mutuo gracias a la iniciativa solidaria impulsada por Cáritas Menorca y la entidad Fra Roger. Este 24 de diciembre, la Escuela de Restauración de Ca n'Aguedet, en Es Mercadal, se convertirá en el escenario de una cena de Nochebuena muy especial, destinada a ofrecer calor, compañía y un menú festivo a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. La velada busca ir más allá de la simple entrega de alimentos para crear un auténtico espacio de celebración y encuentro para quienes más lo necesitan. El objetivo principal de este año es combatir la soledad, uno de los grandes problemas invisibles que afecta a muchas personas durante las fiestas. La invitación está especialmente dirigida a personas que viven solas, en situación de sinhogarismo o en condiciones de infravivienda, sin los recursos necesarios para preparar una comida navideña. Según ha explicado Raquel Hernández, responsable de comunicación de Cáritas Menorca, la iniciativa se centra en ofrecer una experiencia que refleje el verdadero significado de la Navidad. “Creemos que para hacer navidad o para lo que para nosotros significa navidad, que es comunidad y celebración, son las personas que van a estar aquí con nosotros”, ha señalado. Esta cena representa una evolución en la tradicional ayuda navideña de la entidad. Como ha recordado Antoni Aguiló, secretario de Fra Roger, la iniciativa comenzó hace 12 años de la mano del propio Aguiló y Doro, quienes empezaron elaborando cerca de 70 menús para repartir. Con el tiempo, la colaboración creció, implicando a varios restaurantes de la isla, y ahora culmina en una cena comunitaria que busca restaurar lazos y dignificar la celebración para todos. El menú ha sido diseñado para la ocasión y constará de platos tradicionales como “Sopa de la Reina”, seguido de cordero al horno y, de postre, un tronco de chocolate. La elaboración se ha llevado a cabo en la Escuela de Restauración de Ca N'Aguedet, un proyecto que es en sí mismo un pilar de la labor social de Cáritas. Este centro no es solo una escuela de cocina, sino también un programa de inserción laboral que ofrece una nueva oportunidad a personas en riesgo de exclusión. La escuela, según ha detallado Raquel Hernández, mantiene dos líneas formativas principales. Por un lado, cursos básicos de tres meses para auxiliares de cocina y, por otro, un programa de inserción más extenso, de hasta 18 meses, donde los participantes son contratados mientras reciben una formación completa que les facilita el salto al mercado laboral convencional. Además, el centro gestiona los menús de las guarderías de Ciutadella y Es Mercadal, sirviendo entre 150 y 200 comidas diarias, y abre sus puertas como restaurante al público todos los jueves a mediodía, permitiendo a los alumnos adquirir experiencia real con clientes. Esta acción navideña se enmarca en un modelo de ayuda más amplio que Cáritas implementó hace tres años: la tarjeta solidaria. Este sistema sustituyó el reparto tradicional de alimentos por una tarjeta monedero que permite a las familias comprar directamente los productos que necesitan. La decisión respondió no solo a un cambio en las directrices europeas sobre excedentes, sino también a una profunda reflexión interna sobre la dignidad de las personas. “Pensábamos que la gente tiene derecho a ser autónoma con su compra, con lo que comen o que le venga dado de antemano”, ha afirmado Hernández. Actualmente, entre 250 y 300 personas se benefician de estas tarjetas en Menorca. Este método presenta múltiples ventajas: permite a los usuarios elegir según sus necesidades dietéticas o culturales, evita el desperdicio de alimentos no deseados y, fundamentalmente, da acceso a productos frescos como carne, pescado o huevos, que antes no se incluían en las ayudas. Al mismo tiempo, el sistema contribuye a dinamizar el comercio local de la isla, generando un impacto positivo en la economía de proximidad. Para aquellas personas que necesiten ayuda, no solo durante la Navidad sino a lo largo de todo el año, Cáritas Menorca mantiene sus puertas abiertas. Los interesados pueden dirigirse a sus oficinas en Maó, situadas en el edificio Calàbria de la calle Santa Eulàlia, o en Ciutadella, en sus instalaciones de la calle de Maó. La entidad reafirma así su compromiso constante con los más vulnerables, trabajando para construir una sociedad más justa e inclusiva.