Durante décadas, Arabia Saudita ha sido sinónimo de calor extremo, dunas interminables y cielos despejados. Por eso, las imágenes recientes de montañas cubiertas de nieve en el norte del país han resultado tan impactantes. No se trata de un error ni de un fenómeno sobrenatural: por primera vez en unos 30 años, varias regiones saudíes han registrado nevadas, un episodio tan raro como revelador de cómo funcionan —y cambian— los patrones atmosféricos.